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REAPERTURA DE LAS MINIPARITARIAS
Posteado el 06/07/16 a las 3:11 pm por Candini y Asoc Estudio

En consecuencia vuelven a la acción los negociadores y con ellos, posibles escenarios de conflictos laborales.

No son pocos los gremios que llegaron a acuerdos de este tipo, ya que vuelven a la mesa de negociaciones una decena de sindicatos entre los que se destacan Empleados de Comercio, UOCRA, Frigoríficos, Estaciones de Servicios, Estatales, Gráficos, Encargados de Edificios, entre otros. 

Muchos de estos sectores, pactaron acuerdos de aumentos salariales que rondaron entre  el 17% y el 23% por el primer semestre, y ahora buscan obtener un aumento salarial  complementario que ayuden a palear el impacto que tuvo la inflación interanual de nuestro país. 

Estos acuerdos cortos tuvieron como principal motivación, la desconfianza que les  inspiraba la segunda mitad del año, mientras que el resto apostó por subas anuales, con la estrategia de que los tramos fueran cercanos en el tiempo.

Todos los gremios intentaron superar los índices de inflación anual proyectada por  encuestadores privados que dieron como resultado una inflación de  entre el 38 y el 42% interanual. En el plano ideal todos los gremios aspiran a acercarse a ese índice de inflación. No obstante, más de uno reconoce que la pelea se da en un terreno muy desfavorable. 

Los gremios ferroviarios iniciaron una paritaria conjunta en el Ministerio de Trabajo, con la  intención de lograr una suba del 20% por seis meses que proyectada en forma anual llegaría al 40%. Días atrás, Camioneros cerró un incremento del 37% en cuatro tramos. Mientras que Urgara, Aceiteros, Marina Mercante y los gremios que suscriben el COPA lograron perforaron la tabla de posiciones logrando acuerdos superiores al 38%.

En el lado opuesto se encuentras los petroleros que recibieron una suba del 30% en tres tramos, negociación en la que tuvo que intervenir el Ministerio de Trabajo de manera activa para dar solución a los focos de conflicto que estaban latente en el Sur de nuestro país, es por ello que cerró por decreto la negociación de los petroleros en un 18% para el 1 de julio de 2016 junto con una suma de $15.000, un 5% en noviembre y el restante 7% con los haberes de enero de 2017.

Lejos quedo la meta inicial del Gobierno que proponía techo a las negociaciones paritarias fijadas en aquel entonces en un 25%.

En tanto, los metalúrgicos de la rama siderúrgica iniciaron un plan de lucha en la planta de Techint Campana con el objetivo de lograr un aumento superior al 35%, que a la fecha no han logrado. Si a ello agregamos que, tan solo cuatro meses después de obtener una suba promedio del 32%, los cinco gremios nacionales de docentes y ATE piden reabrir la discusión para compensar perdidas adquisitivas del salario, imputando dicha situación a los aumentos indiscriminados de tarifas e inflación, el panorama no es nada alentador.

El gobierno, sin lugar a dudas, apuesta a crecimiento de la economía a través de las exportaciones de soja, la inversión privada y la obra pública, y creo sin temor a equivocarme que nuestra región es una de las privilegiadas en estas tres materias, situación que permitió que los gremios de la región logren llegar a acuerdos salariales importantes (los más altos del país) y que les permiten –por un tiempo- mitigar el ataque al bolsillo que sufre el asalariado, de su enemigo silencioso y más certero: La inflación.